Y cuando en la hora mágica nos besamos, me mordisquea el cuello, y yo miro como, del otro lado de la ventana, la luz se filtra entre las hojas del árbol. Yo no tengo ya mis lentes, entonces todo es verde y oro y el calor del sol, de sus labios, de sus brazos.
Ahí entonces, no importa que se nos escape la hora mágica, que en cierta forma ya se fue y en cierta forma es para siempre.
1 comentario:
Feliz Cumple Flaca
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