ay, amiga... se me vino San Valentin con todo, y de golpe y porrazo.
Ayer ni pensé en verlo a (nombre de chico cerámica), porque el cliché me parecía absurdo, pero, me pegó un llamado y me invito a tomar un helado... Y cuando se despedía de mi (ya habíamos tomado helado, caminado un montón, hablado mil cosas, tomado mate...) me empieza a dar unos besos que hizo que la despedida se suspenda por cuatro horas.
Nos la pasamos en la ducha, a beso limpio, hablando de mil cosas... No te puedo explicar lo muchisimo que me gusta.
Y lo muchisimo que lo pasé bien.
No me la puedo creer, todavía... ¿cuánto tiempo se extiende el periodo de incredulidad en estas cosas? Porque ni el pelotudeo, te cuento: estoy incrédula
No hay comentarios:
Publicar un comentario