miércoles, 22 de agosto de 2012

Mas claro, ahogate!

La verdad, desconfío de esa gente que dice "yo nunca recuerdo mis sueños". Creo que mienten. O que tienen vidas muy muy tristes. O que son reprimidas.
Los sueños, a mi, me agotan a veces, me aterrorizan otras, o me dejan feliz. Pero no son olvidables. Para nada.
Quienes nunca recuerdan un sueño vivido, se pierden un cacho importante, importantísimo, de la discusión filosófica sobre la realidad. Quienes tienen sueños pálidos, olvidables, nunca se ven en el brete de pensar "¿acaso anoche...?"
No es fácil, creo que los sueños se aprenden a recordar. Poniéndole empeño, y haciendo una tarea de reconstrucción del recuerdo. Es armar, a partir de esas sensaciones, imágenes, impresiones sueltas, el recuerdo. Un cuento, una narración: darles sentido.
Yo no sé si mis sueños son como los cuento.
No me importa.
En principio, nadie sabe cómo son los sueños... Pero no soy la primera que narra sueños. Hay miles de personas ahí, soñando, y haciendo lo que puede con sus sueños. Y todos narramos. Cosa básica para el Homo sapiens, narrar. Poner en el tiempo. Representar.
Yo creo que mis sueños narrados son la mejor representación de mis sueños, de esos que según la psicología, son manifestación de mi inconsciente. Y si no te gusta mi modelo de sueño, armate  otro. A mi este, me ajusta razonablemente con lo que me pasa.

Este sueño que sigue, que fue, claro, anterior a mi reflexión, muestra, claro como el agua, en qué anda mi cabeza ultimamente. Soñar con dos amigas, que estaban en parejas consolidadas y que ahora no están. Pensarlas de nuevo con esas parejas, haciendo cosas que cualquiera haría... Mi inconsciente está bien consiente hoy por hoy. Y me muestra, claro como el agua, los miedos.

y que sería de esta vida sin un poco de miedo? Todos estaríamos aplastados contra el suelo, de tanto jugar a ser superman.



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