Blog onírico cotidiano, sobre el onírico cotidiano, desde la Patagonia ya sin ceniza.
miércoles, 24 de junio de 2009
Mi casa es cálida, húmeda y escombrosa.
Tengo el bidet en medio del pasillo. Esta bueno, como una obra de Duchamp casera. El bidet es muy lindo, después de todo... diseño Mónaco, de formas suaves, ligeramente angular.
El asunto comenzó hace unos días. Un molesto charquito se estableció en medio del garaje, justo abajo de mi casa. El charquito de nada, se atribuó a la lluvia, a la helada, a una pérdida del auto, a un derrame accidental...
Finalmente, el charquito se vio alimentado por una gota persistente que se escapaba entre las tablas del techo de garaje. Y sobre esas maderas... mi baño.
Primero picaron por fuera de mi casa, encontraron un agujero en el caño capaz de alimentar una fuente morisca. bellisimo. Si fuese verano, tendríamos un montón de niños jugando a mojarse con el chorro que empezó a llenar el garaje.
Pero el goteo, persistente, no desapareció. Muy al contrario, siguió, firme, alimentando el charquito.
Y así, terminaron por picar, al principio con timidez, alrededor de las manijas de la ducha, pero luego con firmeza. Y tengo el bidet en el pasillo.
Y el baño lleno de escombros.
Y por 15 días la pared rota.
Y después, el albañil que viene a emparchar los azulejos... y dudo que puedan encontrar los azulejos originales... seguro van a ser otros, los que haya.
Así que mi casa tiene un boquete.
Y encima, como rompieron todo hoy... no pude dormir siesta.
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