Cuando una llega a la clase y les entrega a sus alumnos, por parejas, unos metros de piolín desordenado y se les pide que lo ordenen de forma que ocupe el menor lugar en el espacio posible, uno nota que tiene dos tipos de alumnos:
Los que piensan dos segundos y hacen un ovillo prolijo...
Y los que llenos de energía hacen esto:
¡Pero quedo re bonito!
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