martes, 9 de junio de 2009

Merenguitos con Dulce de Leche


El domingo al mediodía suena mi celular, despertándome definitivamente y sacandome de mi agradable duermevela dominical. Es un mensaje de ese "chico que está mas bueno que los merenguitos con dulce de leche" (mdl, para abreviar). Como todos los mensajes que mdl manda espontáneamente, es un mensaje raro. En cuatro líneas se disculpa y excusa de que su trato de los últimos días haya sido ofensivo (yo no diría eso, el trato no fue ofensivo, mas bien fue una total ausencia de trato) y me da ánimos con el tango.
Semejante mensaje, un domingo por la mañana y sabiendo perfectamente de qué hombre viene, despierta del todo.
Así que antes de responder pelotudeces, decidí llamar a Silvina.

Silvina puede ser una persona sumamente sensata en esto de las relaciones hombre-mujer. Siempre y cuando ella no sea la mujer del caso. Así que ella dice con toda la sensatez de una mujer centrada, que sabe que quiere y no va a andar regateando ni conformándose con cualquier cosa: No le respondas.

Si, en ese momento, era la respuesta apropiada. No responder.
Así que no respondí...

No respondí por dos horas. (Tampoco salí de la cama... era una situación angustiante). A las dos horas empecé a ensayar respuestas... practiqué diferentes tipos de mensajes:
  • El irónico donde me hago cargo y digo ser ofendida.
  • El infantil.
  • El meloso.
  • El demasiado sincero.
Finalmente me quedé con el mensaje mas maduro que pude haber mandado. Ese que es tan impersonal como falso. "Esta todo bien, mdl. No te preocupes. Nos vemos en tango"

Si si, desoí el consejo de una amiga y terminé respondiendo el mensaje: pero eso es lo que hacemos la mayoría de las mujeres con los consejos de amiga. Después de todo, Sil es una gran amiga y, salga como salga esto con mdl NUNCA va a decir cosas como "yo te dije..."

Bueno, como TRES horas luego de mi mensaje, mdl responde "Hola Victoria, pensaba pasar por tu casa a las 20:30. Estas?"
"Si. Pasá"


Una mujer sensata, centrada, que sabe perfectamente lo que quiere, JAMÁS hubiese respondido eso. Probablemente no hubiese respondido al primero, pero de hacerlo, habría evitado la situación de abrirle la puerta a ese hombre, cebarle mate, hablar con él, creer hasta la ultima excusa, aceptar todas las disculpas, cocinarle, rascarle la espalda, sacarle la ropa, sacarse la ropa...

Pero claro, esa mujer tan sensata, jamás probó los merenguitos con dulce de leche.



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