jueves, 1 de septiembre de 2011

Que noche la de anoche 31

Resulta que estoy con Peggy en la agencia de publicidad. Ella tiene un vestido bordó, que la hace un poco gorda. Mi vestido es gris, y el peinado alto. Estamos acomodadas en los sillones, dando vueltas algunas impresiones de avisos, y mordisqueando galletitas "club social". Con eso que tienen esas galletitas, esa sal por encima nos da sed. Hace calor, es verano en NY.
Y entonces, yo digo "cómo me gustaría tomarme un vermouth!" Y Peggy dice "y, si este trabajo no permite que una dama se pague un vermouth de vez en cuando, no vale la pena". Así que nos levantamos y nos acercamos al bar. Mejor dicho, a la barra, porque en el hall de las oficinas había una barra, y nos acomodamos en las banquetas altas, fijas al suelo. Y pedimos los tragos, que nos sirvieron enseguida. Un líquido naranja rojizo en vasos cortos y toscos, de vidrio. Hielo que no flota, sino que se acomoda en el fondo, y una ramita de canela.

2 comentarios:

annayra dijo...

Vos y tus sueños cosmopolitan xD Che... la anecdota del piropo no?

vico dijo...

que piropo??