Estoy en el hostel. la primera impresión no fue buena. Pero ahora estamos organizando la cena de la noche, parece que se viene un asado al horno, con verduritas. Y entonces ya me siento como en casa. Bueno. en fin.
Rosario tiene un aire a La Plata. Calles anchas, y una gran arboleda. El hostel queda en un lugar extraño: dos cuadras hacia un lado, y estás en Florida. Dos cuadras al otro y estás en Once.
ahora me voy a sentar a estudiar un rato. Y nada. mañana es el congreso. Pocas ganas, pero supongo que va a ser bueno.
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