Ojalá Changuito, que la vida te sonría, mas que lo que sonrió hasta ahora.
Que te traiga alegrías que te iluminen desde adentro. Para que no pierdas esa sonrisa, gentil, abierta y brillante, que llena a tu alrededor de calor el pecho. Pero que aprendas a ser prudente con esa sonrisa (ya te expliqué, changuito, que tu sonrisa afloja rodillas y bombachas)
Espero, chango lindo, que la vida te de una mujer que amar, con la que crezcan juntos. Pero no ahora. Primero, que le rompas el corazón a otra. Y que una te lo rompa a vos. Hace falta perder un amor para ser feliz, también.
Pero que tu corazón sea fuerte, que tu corazón roto junte sus pedazos. Porque sino, te volverías un cínico. Y quienes te amamos no queremos que cambie tu inocencia de niño paisano, entre ingenua y pícara. Ojalá, Chango, que sigas siendo simple y directo, llano y lleno.
Que aquello que sembras con tu esfuerzo, traiga frutos y sea de doble cosecha.
Que tus pasiones no se apaguen con el esfuerzo y lo amargo, sino que siempre sean tu refugio.
Y sobre todo, Chango, deseo que bailes.
Que bailes, que bailes, que bailes.
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