llueve a cántaros en General Roca. Fiske menuco para los extremistas.
llueve, hay viento.
Me siento exquisitamente reconfortada por la lluvia.
Por la decisión de no ir a pilates
porque algo (aunque nada genial, la verdad) salió para el concurso.
la semipenumbra del comedor, la mesa hecha escritorio. Yo soy feliz en este moderado caos de libros que supe armar ayer y usar hoy. dormí mucho.
Y llueve.
el viento despeina las gotas furiosas.
la ciudad se inunda.
Yo estoy en casa y me las puedo arreglar una noche mas, un día mas, sin salir de acá.
Algo de la lluvia afuera me reconforta.
saber que no puedo con todo, me quita de encima culpas. Es así. No puedo con todo. Y el que pueda con todo... que me ayude!
me reconcilio conmigo.
me calmo.
Y quizás mañana vuelva a ser yo.
cómo llueve!!
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