Blog onírico cotidiano, sobre el onírico cotidiano, desde la Patagonia ya sin ceniza.
viernes, 14 de junio de 2013
jueves, 13 de junio de 2013
Negar lo natural
Me jodo. Pienso en eso todo el tiempo. Mi cabeza me repite "Jodete". Jodete, jodete, jodete: NO QUIERE ESTAR CON VOS.
Pero igual, cada vez que meto las llaves en la cerradura, al entrar en casa, el corazón se me desboca, loco, ansiando que él esté ahí dentro. Entonces, mientras pongo la llave, abro el portón, cierro, meto la otra llave, abro la puerta, entro, cierro... Todo el tiempo mi cabeza me dice "No. No está acá. No hay nadie en la casa. No quiere estar con vos. Jodete, jodete jodete."
Un ejercicio eterno de negarle al corazón lo que quiere. Un ejercicio eterno de negar el deseo, de estrellarle un no grande como un piano en toda la cara. No, no está en casa. No, no va a llamar. No, no va a volver. No.
Jodete.
Negar el deseo, el del corazón de verlo de nuevo. El de la piel, que lo reclama entre mis brazos, junto a mi pecho, que reclama su calor en la cama inmensa. El deseo de mis oídos que reclaman su voz. Mi lengua, que reclama sus sabores. Mi cuerpo entero, que no entiende, que no va a entender nunca, por qué le niegan sus caricias.
Negar las fantasías. Esas que todos los deseos juntos crean en mi cabeza, llenan de humo mis tardes, mis mañanas, mis noches y madrugadas. Fantasía que hay que negar: No, no va a llamar. No, no va a volver. No, no va a empezar todo de nuevo. Y si empieza, no va a ser lindo. Y cuando niego las fantasias, llegan los sueños en la noche. A desvelarme. A no dejarme cerrar los ojos.
Morite amor que me crecés en el pecho, pese a todo. Regado de lágrimas. Mala hierba, alimaña. Dejá de mantenerte ahí, rodeado de mugre de deseo roto, rodeado de angustia, de llanto, de dolor, de miedo, de tristeza. Rodeado de desconsuelo.
Morite amor que me crecés en el pecho. Morite. Morite Morite.
domingo, 2 de junio de 2013
Que noche la de anoche!
Nuevamente en Bariloche.
Queremos irnos de shopping, pasear por el centro. No hace frío, pero es tarde. Cuando veo que las tiendan comienzan a cerrar, corro, cruzo una calle y doblo en la esquina. Ahí está la entrada a la tienda grande, una suerte de shopping, pero como los de Canadá: En lugar de que cada marca tenga un local, se mezclan en un espacio amplio y un sucesivo devenir de perchas y góndolas.
En un momento, paso por una puerta de vidrio, y quedo del lado del restaurante. Es una suerte de tenedor libre, con mesas llenas de fiambres. Curiosamente, todo en rodajas: Rodajas de salamines, de embutidos, de queso. Todas mas o menos del mismo tamaño. Y todas, todas, desparramadas sobre las mesas pero en un orden. Uno toma de las mesas las rodajas y se las lleva a la boca, y él me dice que si queremos, podemos pedir que nos armen un paquete para llevar.
Breve análisis:
Bariloche me obsesiona. Se ve que esos cinco días de torturo fueron mucho mucho mas duros de lo que pensé. Por eso todos mis sueños me llevan allá. O piensan en llevarme allá.
Y las rodajas de fiambre eran fichas de casino, obviamente.
Queremos irnos de shopping, pasear por el centro. No hace frío, pero es tarde. Cuando veo que las tiendan comienzan a cerrar, corro, cruzo una calle y doblo en la esquina. Ahí está la entrada a la tienda grande, una suerte de shopping, pero como los de Canadá: En lugar de que cada marca tenga un local, se mezclan en un espacio amplio y un sucesivo devenir de perchas y góndolas.
En un momento, paso por una puerta de vidrio, y quedo del lado del restaurante. Es una suerte de tenedor libre, con mesas llenas de fiambres. Curiosamente, todo en rodajas: Rodajas de salamines, de embutidos, de queso. Todas mas o menos del mismo tamaño. Y todas, todas, desparramadas sobre las mesas pero en un orden. Uno toma de las mesas las rodajas y se las lleva a la boca, y él me dice que si queremos, podemos pedir que nos armen un paquete para llevar.
Breve análisis:
Bariloche me obsesiona. Se ve que esos cinco días de torturo fueron mucho mucho mas duros de lo que pensé. Por eso todos mis sueños me llevan allá. O piensan en llevarme allá.
Y las rodajas de fiambre eran fichas de casino, obviamente.
Etiquetas:
Cerámica,
mis amigos,
pensando con y sin ayuda,
sueños
Siesta
Era una situación rara. Había un mago en una montaña. Y un poder lo traía hasta donde estábamos. Muchas personas. Era una reunión, en un jardín. Había bancos largos, y una pantalla. Una mujer hablaba de algo, era como si fuese una reunión familiar, pero de repente toda la familia es lejana.
Y estaba con mi chico cerámica, sentada a su lado en uno de esos bancos largos, con muchas barras de madera finas en el asiento. Como los de plaza modernos.
No sé que diría la señora, creo que hablaba de poderes y del mago. Pero a mi no me importaba porque simplemente le preguntaba a Andi si quería venir a cenar a casa, estar un rato, charlar. "Quedate conmigo", le decía, yo vestida con mi musculosa lila en ese día veraniego. Y él se alejaba de mí, a lo largo del banco. Se achicaba en la punta del banco, encogiendo los hombros, hundiendo el vientre, mirando hacia abajo, hacia el otro lado, negaba con la cabeza, balbuceando. Entonces, yo le decía que está bien, que si no quiere, que no se lo tome así. Que no se asuste. Pero la asustada era yo, y así, asustada, apenada, angustiada, desperté de la siesta.
Y estaba con mi chico cerámica, sentada a su lado en uno de esos bancos largos, con muchas barras de madera finas en el asiento. Como los de plaza modernos.
No sé que diría la señora, creo que hablaba de poderes y del mago. Pero a mi no me importaba porque simplemente le preguntaba a Andi si quería venir a cenar a casa, estar un rato, charlar. "Quedate conmigo", le decía, yo vestida con mi musculosa lila en ese día veraniego. Y él se alejaba de mí, a lo largo del banco. Se achicaba en la punta del banco, encogiendo los hombros, hundiendo el vientre, mirando hacia abajo, hacia el otro lado, negaba con la cabeza, balbuceando. Entonces, yo le decía que está bien, que si no quiere, que no se lo tome así. Que no se asuste. Pero la asustada era yo, y así, asustada, apenada, angustiada, desperté de la siesta.
No me dejes, no.
Es un ídolo. Y como decía un amigo: ya todo fue escrito.
Etiquetas:
Cerámica,
la internet,
No soy escritora,
ser mujer
sábado, 1 de junio de 2013
Cadaver Exquisito. Jorge Drexler
¿quien quiera que seas, de dónde has salido?
Lo quiero todo y tengo claro que no te voy a entender.
Y nunca fui tan de nadie.
Un silencio con tus mismos ojos fue a ocupar mi corazón vacío.
Se trata de distinguir lo que vale y lo que no vale la pena
A mi me basta con una de tus miradas
Estaba dejándome estar, mirando el tiempo partir de los relojes de arena.
Aunque sé que estás a un año luz de aquí.
Un instante antes de levantar vuelo
Soy tan solo uno de los dos polos de esta historia a la mitad
Deseo.
Mire donde mire te veo.
Te quiero sobre todo
Supe que de algún lejano rincón
Donde a otro diste el amor que yo hoy, te devolvería
El tiempo se va, se va y no vuelve.
Tu corazón va a sanar.
Y va a volver a quebrarse.
que viva siento mi lengua
Y en el telescopio se demora la última estrella.
una canción que dice que uno sólo conserva lo que no amarra.
Hay escritas infinitas palabras.
Ven, cura esta pena.
te vi cruzar la calle y algo crujió dentro de mí.
A respirar de tus amores.
Bajo penando y sin hablar a darme un golpe de horizonte.
No te creas que vine hasta aquí por consuelo
Alguien me acerca un trago.
Mirar y sonreír frente a ese plato de cerezas.
Te pide mi corazón que no me olvides
Yo se muy bien que no hay olvido que pueda mas que tus besos.
Creo que he visto una luz al otro lado del río.
Tanta lágrima y yo soy un vaso vacío
Rema.
Sobre todo creo que no todo está perdido.
Oyendo tus versos melancólicos
¿Cual es la lógica de que se abra para mi tu boca tan magnífica?
y yo sigo buscando sin encontrar mi centro.
Las musas huyen si las asedias.
Se llora lo que se llora
La cruz de un presentimiento
lejos de la noria de causas y efectos.
Si por tí me perdería.
Conservar la distancia. Renunciar a lo natural. Y dejar que el agua corra.
Lo quiero todo y tengo claro que no te voy a entender.
Y nunca fui tan de nadie.
Un silencio con tus mismos ojos fue a ocupar mi corazón vacío.
Se trata de distinguir lo que vale y lo que no vale la pena
A mi me basta con una de tus miradas
Estaba dejándome estar, mirando el tiempo partir de los relojes de arena.
Aunque sé que estás a un año luz de aquí.
Un instante antes de levantar vuelo
Soy tan solo uno de los dos polos de esta historia a la mitad
Deseo.
Mire donde mire te veo.
Te quiero sobre todo
Supe que de algún lejano rincón
Donde a otro diste el amor que yo hoy, te devolvería
El tiempo se va, se va y no vuelve.
Tu corazón va a sanar.
Y va a volver a quebrarse.
que viva siento mi lengua
Y en el telescopio se demora la última estrella.
una canción que dice que uno sólo conserva lo que no amarra.
Hay escritas infinitas palabras.
Ven, cura esta pena.
te vi cruzar la calle y algo crujió dentro de mí.
A respirar de tus amores.
Bajo penando y sin hablar a darme un golpe de horizonte.
No te creas que vine hasta aquí por consuelo
Alguien me acerca un trago.
Mirar y sonreír frente a ese plato de cerezas.
Te pide mi corazón que no me olvides
Yo se muy bien que no hay olvido que pueda mas que tus besos.
Creo que he visto una luz al otro lado del río.
Tanta lágrima y yo soy un vaso vacío
Rema.
Sobre todo creo que no todo está perdido.
Oyendo tus versos melancólicos
¿Cual es la lógica de que se abra para mi tu boca tan magnífica?
y yo sigo buscando sin encontrar mi centro.
Las musas huyen si las asedias.
Se llora lo que se llora
La cruz de un presentimiento
lejos de la noria de causas y efectos.
Si por tí me perdería.
Conservar la distancia. Renunciar a lo natural. Y dejar que el agua corra.
Etiquetas:
Cerámica,
No soy escritora,
pensando con y sin ayuda,
sueños
Amigos.
Hay quienes te sorprenden. Gente de la que no esperabas el amor, gratis, libre, cuidadoso, que te ofrecen.
Hoy vino un amigo a casa. Se quedó conmigo hasta recién, enseñándome a jugar al truco, hablando de nada, mirando una película, riendo.
La verdad, era justo lo que necesitaba. Y él supo darme, sin que yo le pidiera nada.
Gracias Tincho.
Realmente, me hace bien. Me siento muy muy querida. Todos mis amigos están muy cerca.
Hoy vino un amigo a casa. Se quedó conmigo hasta recién, enseñándome a jugar al truco, hablando de nada, mirando una película, riendo.
La verdad, era justo lo que necesitaba. Y él supo darme, sin que yo le pidiera nada.
Gracias Tincho.
Realmente, me hace bien. Me siento muy muy querida. Todos mis amigos están muy cerca.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)