miércoles, 11 de julio de 2012

Siesta

Entonces salgo a manejar. Con ese amigo de mi viejo que supo encandilarme un poco, alguna vez. Y él me lleva por un camino de cornisa, que sube y baja y serpentea. Y en un momento, entra  a un túnel. Se me para el auto, no me entran las marchas, la gente me sobrepasa tocando bocina...
Después, llegamos a dónde tomar el examen para el registro. Él averigua algo con el policía, yo me quedo esperando y le pregunto a una chica, pelirroja, de ojos azules y muchas pecas, que viste de rojo, si sabe cómo es el examen. Ella me mira sin entender. "el de manejo", aclaro. Y ella - "y, vas a venir de guardapolvo, no?" - Le sonrío y le digo que no, y enseguida "¿Por qué vendría de guardapolvo?". "Porque le dan mucha importancia a la vestimenta, entonces, de guardapolvo, no vas a fallar nunca." "Pero no tengo guardapolvo" "En Neuquen hay un lugar que venden..."
La miro a los ojos celestes celestes y me doy cuenta que es infinitamente tonta. O que quizás la tonta soy yo.
Al ratito me suena el celular, y salgo del sueño. Es J. que en un ratito pasa por casa, para enseñarme a manejar.


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