lunes, 30 de julio de 2012

Cuando hay helada

Dicen que cuando hay helada, después, sale el sol
Hoy fue un día de helada.
Sin buenos presagios a la mañana, mucho trabajo, un pequeño accidente. Me dejé estafar por una gitana hermosa volviendo a casa. Era hermosa, y aparte, tenia un discurso maravilloso y contradictorio. Leyó mi palma y no acertó.
Por suerte, de a poco, el día mejoró. Mucho. Diría que se convirtió en un día soleado y vibrante, y no me equivocaría.
Hay un Dios (a) que me dice íntimamente, que todo es así. Que tras la helada sale el sol.

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