ya no se por cual vamos
Pero tampoco me acuerdo del sueño... ah, si... cierto.
Estaba en el Colegio de la Reconquista. Me tocaba entrar a dar clase. Creo que a tercero. Entonces, entraba al aula. No había casi alumnos, solo dos o tres, escribiendo en el banco. Y la profesora (que en realidad era una versión de otra profesora de acá) me mira seria. "¿siguen en prueba los chicos?" pregunto. Ella asiente. Entonces, dejo mis cosas en el escritorio. Veo en una canasta de mimbre un montón de monedas. Agarro una de 50 centavos. Entonces, me voy del aula. Al resto de los alumnos, les digo, "vamos a esperar que terminen sus compañeros para entrar a la clase". Todos estamos disfrutando el solcito del patio, yo me apoyo en la pared, al lado de otro docente, y me meto la moneda en la boca, la chupo y mordisqueo como si fuese un caramelo de limón y metal.
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