No, mirá. Ya me hice la superpoderosa. Ya jugué a bancarmela. Ya fui forra. Ya me cagué en el otro. Ya menosprecié mi corazón y lo que tenia adentro. Ya me sobre y sub estimé. Ya ignoré mi alma bastante. Ya pequé lo suficiente de omnipotente. O por lo menos, lo suficiente por un año...
Así que no.
No juego mas este juego enfermo de creer que puedo con todo.
Porque no puedo.
Entonces, antes de ponerme a pensar mas allá que esta tarde, te digo, como te dije antes, y como te voy a volver a decir "así no quiero jugar". Y no voy a jugar mas
"seamos amigos", me decís. Las pelotas, amigos, pienso. Los amigos tienen las cosas claras. Acostarse, con amigos, se puede. Pensar distinto, no. Sobre todo, pensar distinto en esto. Así que ni amigos, va a ser. Seguiremos bailando, que ya sobra (la otra noche, bailé toda la noche con vos. Creo que era D´Arienzo. Es tan peligroso bailar tango en sueños como tener sexo en sueños... es igual igual de peligroso). Eso de bailar en la pista, también sobra. No es que me guste, ya sabemos... bailamos distinto estilo. Pero el abrazo, el calor...
En fin, sabés, ya te dije: no quiero esto.
Y vos no querés aquello.
Entonces, nada.
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