sábado, 30 de julio de 2011

Pequeñeces que te hacen feliz

Llegué anoche a la madrugada a casa. Había un inmenso cartón en la entrada, seguramente lo puso el portero al mediodía cuando parecía que iba a llover. Paso sobre el cartón, y mis taquitos se van clavando: crac! crac! crac!.
Pego un salto: Cracak!

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