"Para que te voy a mentir", me dice, y yo se que es lo único que puede hacer para suavizar las palabras que le siguen. Porque es así, esas palabras son el preludio, o la acotación final, a aquellas que nos van a poner al tanto de los pocos escrúpulos morales de aquel que, en este momento, nos esta pagando un café. Una coca, en realidad.
"Para que te voy a mentir, yo ahora estoy viviendo con una mujer. Tengo un hijo con ella, pero también ella tiene otros dos que no son míos. Pasa que nunca me llevé bien con ella, sino, no estaría acá, con vos"
"Claro", le contesto, mientras pienso que es un hijo de puta. Un hijo de puta de ojos verdes, pero hijo de puta al fin.
"Es que ella es una mujer muy independiente. Siempre fue de manejarse sola. Siempre tuvo su trabajo, su casa, sus amigas... "
"Ah, re bien", le contesto, mientras pienso que es un machista asqueroso que preferiría que su mujer se dedique a esperarlo con la comidita lista y la tanga ya baja.
"No, bueno. Pasa que yo tengo un carácter difícil, y ella no se amolda. Nunca nos llevamos bien"
Y, como verán, el señor se dedica a invitar jovencitas a tomar café por las tardes, teniendo mujer y tres hijos (dos de facto) en los que pensar. Porque la mujer no se "amolda" a su carácter difícil. Que por cierto, para una mujer independiente, que labura, cría tres hijos y tiene su casa, debe ser bastante difícil soportar semejante pedazo de pelotudo al lado.
Y yo que hice?
Yo le dije: que nunca había convivido con nadie, que no tenia hijos ni compromiso parecido, y que además, yo también era muy independiente. Ah, y que quilombo, no me interesaba.
Pero me arrepiento. No de encontrarme con el tipo, que es un pobre tipito, sino de no decirle en la cara que es semejante forro pelotudo machista. ¿Y sabes por que? Porque hoy me escribió diciendome que me veia hermosa e inteligente.
Soy tan pero tan inteligente, que no le contesté.
Ah, pero estoy re caliente... ese, me va a oir!
1 comentario:
¿de dónde salió ese sujeto?
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