martes, 15 de febrero de 2011

Los ganchos y el calor.

Cuando te marcan un gancho, pueden pasar dos cosas si es que anda bien:

Un gancho donde quedan las caderas paralelas, casi costilla con costilla, una debe subir la pierna con fuerza, desde el muslo (no desde la pantorrilla). En realidad, desde el glúteo. Así tratar de llegar lejos con ese pié, no sentarse en la rodilla del compañero, sino tratar de alzarlo. Todo tu cuerpo sube, pero tu compañero te amarra al piso, frena tu muslo con el suyo, y vos quedas, derechita, con la pierna y la cola pegadas a la pierna de él, con la pierna muy muy cerca de su entrepierna. Solo un instante, menos de un segundo, pero pasa eso.

Otra cosa es un gancho donde enlaces la pierna: en lugar de levantarla hacia atrás, la giras hacia adentro... Para que eso pase, el compañero te tiene que frenar en el momento preciso, ir hacia vos, pegarte contra su pecho y generar un leve rebote. En ese rebote, tu pierna rodea la del compañero, esta vez, la cara interna del muslo apretada contra el muslo de él. Tu pecho apretado contra el pecho de él. Desde el pecho, hasta la cadera, pegados. Cuando pasa eso... da calor.

1 comentario:

vico dijo...

Vale aclarar... La temperatura depende, claramente, de qué compañero tengas apoyado.