Fin de semana.
Empieza con J. pasándome a buscar. Yo lo re-quiero. Llegamos a lo de Nadia, que es hermosa, y tiene un depto enorme. Y tomamos cerveza. Nadia tiene lavarropas nuevo, la envidio profundamente. Un lavarropas es el mejor invento del hombre para la mujer.
Y tomar y tomar, y bailar bailar bailar... nos la pasamos de tango en milonga, de milonga en salsita y después lo que viniera. Alcohol como para no acordarme de todo.
Y después a bailar al boliche. C me arrastra, me quita del grupo ya mermado por la hora y la cerveza y terminamos solos en la pista, la luz encendida, nos echan, que pena...
Y a mi casa, a caballito, con su pullover azul encima, arre arre.
Y a mordiscones limpios llegar a la cama.
Y después, dormidos.
Y luego de una brevisima ausencia, volver a empezar. Genial el (no) levantarme con C.
Sin casi ver el sol ese día, llegó el atardecer eterno, y se pone fresquito, y entonces, la ducha. C no me acompaña, salgo con Sil.
Salsa.
Danza.
Y de postre escuchar los últimos temas de Canabislito funk. Me encantan. Sentada en el suelo, el cuerpo temblando por el sonido. Hermosos momentos de soledad donde muy muy feliz me siento entera.
Y así, guardando esa felicidad, volver a casa.
Como bien dijo C (refiriéndose a mi gasto calórico del fin de semana, pero lo uso acá):
Joda - sexo - joda.
Y yo no puedo dejar de pensar... Que buena vida que tengo!
1 comentario:
Tu vida es genial, tenés un chongo divertido, laburo, amigos y ¡¡¡¡¡ muuuuuuuuuuuucha joda !!!!!!!!! ¿¿qué mas se puede pedir??
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