"No desearás a la mujer del prójimo". No habla nada del hombre de la prójima... pero asumo que es lo mismo. Aparte, se sabe, que las mujeres para la religión católica no podemos desear nada.
Pero por ese hombre, yo peco, sin dudarlo. Peco hasta el divorcio, hasta el despido, hasta el escándalo.
Pero, claro... me quedo en deseos...
"quien ha pecado hacia una mujer en sus pensamientos, ya ha pecado..."
Pucha.
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