Decidí salir.
Llame a Guille, que es todo un rockstar, y le dije que nos debíamos una cerveza. Y era cierto. Y me dijo que tocaba y que necesitaba que le venda las entradas. (a la miserable suma de 5 pesos... pobres chicos) Y fui. a las puteadas, porque como siempre, estuve ahí demasiado temprano. Y guille también. Pero sin duda nos desquitamos con cerveza. Helada, perfecta para la noche hermosa de anoche. Y después de todo, me pagaron. Y aparte me invitaron todo, así que es la primera vez que tengo saldo positivo de una salida. Apenas pagué el taxi.
con Y después de la banda, que sonó genial, estuvo otra cerveza. Y cambiamos de bar por otra cerveza (s) mas. Y mejor un speed con vodka. Y otro. Y otro bar. Otra cerveza... y mas música de mierda en ese otro bar. y un pedazo de chocolate, con mucho maní, que levantó la noche como si hubiese estado relleno de éxtasis.Y volver al segundo bar. Y no, paremos de cerveza (s) speedmelón. Que asco. pero dale, que esta frío (y Guille que ya va por el segundo atado de cigarrillos... puaj. cuanto humo. Risas blancas entre el humo azul, toda la noche) Y se acaba, se acabó, el ultimo trago que se fuerza en el estomago por un lugarcito.
Y volver a casa.
Y descubrir que es ridículamente temprano para que el mundo oscile de esa forma. En especial la escalera.
Y no tener ninguno de mis amantes al lado, y mejor... porque ultimamente sus performances han sido por demás dudosas y en este momento compartir mi cama no es una opción. Pero igual es como raro y me desvisto.
Y hace calor, así que dejo la ventana abierta.
Y me duermo, con mi gata oliendo mi aliento dulce y pesado y alcohólico.
Y ahora, me duele la cabeza.
No se si esto funcione para levantar mi ánimo.
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