Algo que me gusta de vivir acá es que cuando una pareja tiene un niño, lo cría como buen bicho social en jardines de infantes y compañia de primos y otros niños.
Entonces, cuando la criatura tiene un minimo de vocabulario que le permite una buena comunicacion entre pares, se traslada con soltura suficiente y puede manipular distintos elementos y cumplir breves reglas, lo sueltan. A eso de las cuatro, cinco de la tarde.
Le abren la puerta, lo dejan salir, y que se críe en manada. Así juega a la escondida, corre carreras, dibuja con tiza sobre el asfalto desierto o (ahora que llegó el invierno) hace guerra de pelotitas de plátano.
Me pegó una mientras iba a compar el pan.
Y me atropellaron luego, a la vuelta, en una carrera...
No se si es fácil ser vecina de una manada de niños... pero seguro que es mas sencillo ser padre si tenés una buena manada en la vereda.
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