martes, 28 de mayo de 2013

Que noche la de anoche!

¿Cómo conciliar el sueño? Hace dos semanas, necesitaba un abrazo y decía "te amo" y me sumergía en un sueño tranquilo. Y si él no estaba, entonces, el sueño no era tranquilo, me llevaba de idas y vueltas por toda la cama, hasta que mi chico cerámica llegaba a casa para abrazarme.
Ahora, la técnica es estar en la computadora hasta agotarse completamente la vista. Entonces, ahí, meterse en la cama y cerrar los ojos. Y llorar. Llorar un rato, pero tratando de seguir a Cortazar y terminar a la primera vez que uno se suena la nariz. A veces no me sale, pero voy practicando...
Antes de sonarse, decirse que una no puede andar llorando así, que la pobre perra llora afuera también, que los vecinos pueden escuchar los gemidos a estas horas de la noche (curioso, no me importaban los gemidos de placer de antes, ni los vecinos). Entonces, ahí me sueno.
Y como se me siguen cayendo las lágrimas, empiezo a rezar. Mas bien, a hablar con Dios. No me leas con esa cara: A veces lo hago. Ayuda. O no. Pero al menos, le pido, con todas mis fuerzas, que Andi vuelva. Y lo pido, y lo vuelvo a pedir, y una vez más, y así... hasta dormirme.
El sueño viene en algún momento, y me trae siempre, cada noche, a mi amado. Y es, quizás, la única forma en que Dios puede responder a mi ruego.
Anoche, vino mezclado con imagenes de las series que había visto antes de dormirme. Un poco de jazz. Y bucles. Yo sólo se que estuvimos sufriendo, anoche. Que nos estuvimos extrañando.
Fue una noche sin besos.
Fue una mañana de llanto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"...empiezo a rezar. Mas bien, a hablar con Dios"

Dixit/Estado de patetismo absoluto.

Anónimo dijo...

y si... En algun momento puedo estar patética. O mas bien en todos.
¿Quien sos?

vico