Amig@:
Ya se que dije que iba a ir a la noche a bailar y que no me aparecí. Se que prometí pasar por la clase ayer y no lo hice. Se que debería llamarte y preguntarte como va eso. Y realmente, me gustaría saber como va eso.
Se que no me ves casi nunca, y que quizás cuando me ves, resulta que no podemos hablar... no es que Yo no pueda, pero quizás, vos, te sientas incomod@ porque está él.
Y resulta, que no quiero que no esté.
Al contrario, quiero que esté todo el tiempo. Aunque después descubra que ya son las tres de la mañana y que nos la pasamos hablando desde hace cuatro horas, sin pensar en la hora. Aunque me acomode en su hombro un instante y cuando abro los ojos, pasó una hora de siesta, la mas profunda de mi vida, la mas cálida. Aunque la idea es "un rapidito" y después se convierte en una de las mejores tardes de sexo de mi (nuestra) vida. Y entonces, no llego a la clase, llego tarde al boliche (o ya no vale la pena llegar), no respondo el teléfono o ni lo escucho.
Y se que es odioso, porque vos estuviste ahí mucho antes que él. Y vos sos quien me acompañó, uno o varios años, quien respondió el teléfono, quien acudió a la cita, quien escuchó mis confesiones, preguntó por mis problemas.
Se que esta mal que te haya dejado así.
Voy a volver.
Pero justo ahora, necesito que me des un tiempito mas.
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