Soñé con una fila de hombres que entraban a un baño publico. De ahí, los hombres subían, pisando la tapa del inodoro, a un hueco en la pared. Entraban de a uno.
Decían que ahí dentro había un chica hermosa, de ojos azules, que los deseaba. Hacían fila para tener sexo con ella.
Un hombre entra a la habitación. Es rubio, delgado, con bigote. Mira el lugar, iluminado solo por la luz que entra por ese hueco, un hueco en la pared, los ladrillos picados y los escombros alrededor.
Hay una cama marinera. En la de abajo, un lío de mantas... asomando entre ellas, el rostro desfigurado de una jovencita de ojos azules, el pelo oscuro cae en cascada hasta el suelo. La boca abierta, algo putrefacta. El cuerpo vestido de ropas desgarradas. La cama empapada de sangre, fresca, seca, vieja. El hedor.
El hombre se horroriza del cadáver, retrocede. Y en ese momento, junto al cuerpo, la misma joven. De pie. Sonríe. Sus ojos inmensos y azules, la boca frutal, el pelo escuro en cascada cae, por su espalda. Viste una remera de algodón, a rayas rojas, blancas y azules, (igual que los jirones de tela sobre el cadáver) un short de jean que deja ver sus piernas interminables. Zapatillas de lona.
Sonríe e invita al hombre con la mirada. Le dice, siempre sonriendo, que se acerque, que para eso vino... "a la mujer hay que abrirla, si solo se abre una vez, no sirve" dice. Y desea, lo desea.
Ese hombre sale, con la certeza de haber tenido sexo con una jovencita, cuando lo que hizo fue apuñalar un cadáver... y sabe, también con certeza, que mañana podrá venir, a amarla de nuevo.
3 comentarios:
Esto me pasa por leer el blog de mi prima... demasiados microrelatos de terror.
Esto no es horror, pese a la impresión es un relato muy bien narrado y con un final sorprendente. Mueve algo.
Me gustó mucho, gracias.
sirve mucho para comic erotico ...
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