viernes, 4 de junio de 2010

Pesares

Desde esta semana que no puedo pasar por alto nada de lo que diga o haga C. Mientras que la paciencia es virtud, y la tolerancia es la base de esta pareja, donde ambos debemos tolerar(nos). Yo llego al pico de mi intolerancia, mi irascibilidad.
Cuando el enojo no hace mas que sacarme lágrimas de impotencia, porque no hay grito válido, insulto explícito, gesto o manotazo de ahogado que se justifique mientras pregunto, pido, ruego "explicame".
Y te vas.
Y no te explicás.
Y después de la otra noche, que por mi podría haber sido anteayer de como duele... no podes.
No entiendo qué cuesta una explicación. Algo mas de "tengo cosas que hacer".
Algo similar a " tengo que hacer.... y vuelvo a las .... hs" a mi me satisface ¿Por qué cuesta tanto esa simpleza?

Para que sepan: C. me trató muy mal hace unas noches. Muy mal. Dijo cosas de esas que NUNCA hay que decir. Yo se qué el no piensa las cosas que dijo, que estaba alterado, que cuando se altera no se controla.
Pero te aseguro, amigo, que no tenía ninguna razón para alterarse. No le dí ni media razón... a menos que apoyes la subordinación incondicional de la mujer a su pareja, que estoy segura que no estas de acuerdo. Sin embargó, C. se enojó. C. me trató muy mal... y después de tratarme mal me trató PEOR.
Y si, estoy muy muy muy muy enojada. Me gustaría que se me pase.
Pero no.
No se me pasa.
no se que mierda hacer... y este pibe no se da cuenta que está en capilla y encima se desacata.

2 comentarios:

vir_ranita dijo...

¿¿qué pasó??

Luciano dijo...

Excusas, no era yo, etc, excusas.