El hasta ahora:
Supermercado, lectura en el café con sendas mediaslunas con jamon y queso. Siesta sin limite definido.
El plan:
Tres capìtulos de How I meet your mother. Jugo de naranja "cepita" (de oferta en Carrefour). Almohaditas de avena rellenas de pasta de avellana.
El estado:
Depresión reglamentaria de domingo a la tarde, agravada por diferencias en la pareja y stress laboral.
Blog onírico cotidiano, sobre el onírico cotidiano, desde la Patagonia ya sin ceniza.
domingo, 16 de mayo de 2010
viernes, 14 de mayo de 2010
me enteré tarde... pero igual
FELIZ DÍA DEL AMOR NEANDERTAL!!!
7 de Mayo - Día del Amor Neandertal
7 de Mayo - Día del Amor Neandertal
Fijarse en PaleoFreak.
En Science.
Y a celebrar.
Etiquetas:
biología,
la buena vida,
la internet,
mi profesión
la calma...
... esperando la tormenta de esta noche.
Que sin duda, va a ser muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuucho mas placentera que la de anoche. Una tórrida tormenta tropical.
Que sin duda, va a ser muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuucho mas placentera que la de anoche. Una tórrida tormenta tropical.
jueves, 13 de mayo de 2010
mi romanticismo a destiempo...
Mientras yo pienso:
Where is my love
Where is my love
Horses galloping
Bring him to me
Where is my love
Where is my love
Horses running free
Carrying you and me
Where is my love
Where is my love
Safe and warm
So close to me
In my arms
Finally
There is my love
There is my love
Horses galloping
Bringing him to me
Where is my love
Where is your love
El dice:
...
No, mejor ni te digo... pero que queres que te diga... C. dice todo lo contrario.
Y si no lloro, es porque ya llore de mas.
Where is my love
Where is my love
Horses galloping
Bring him to me
Where is my love
Where is my love
Horses running free
Carrying you and me
Where is my love
Where is my love
Safe and warm
So close to me
In my arms
Finally
There is my love
There is my love
Horses galloping
Bringing him to me
Where is my love
Where is your love
El dice:
...
No, mejor ni te digo... pero que queres que te diga... C. dice todo lo contrario.
Y si no lloro, es porque ya llore de mas.
miércoles, 12 de mayo de 2010
Cuchilladas
"Me hacen falta años"
"Yo no encajo en tu estilo de vida"
"No quiero pedirte nada, no quiero ser el que exige"
Ok...
Pase una noche de mierda, por si se preguntan.
Y no parece que el dia vaya a repuntar.
"Yo no encajo en tu estilo de vida"
"No quiero pedirte nada, no quiero ser el que exige"
Ok...
Pase una noche de mierda, por si se preguntan.
Y no parece que el dia vaya a repuntar.
Etiquetas:
histeria,
mi novio C,
ser mujer,
vida roquense
jueves, 15 de abril de 2010
Que noche la de anoche! XVII
Anoche soñé que vivía con C en una ciudad que quedaba en una isla. Una ciudad muy moderna, en una isla que formaba parte de un archipiélago en el Caribe. En la ciudad teníamos unos amigos que en realidad eran adolescentes de unos 17 años mas o menos. Eran tres. Uno pelilargo de gorra, un morocho anónimo y un gordito, bajito, de rulos y remera verde. Al gordito todos lo trataban de che pibe. Nosotros también, pero menos crueles que sus amiguitos.
Decidimos salir todos en bote a pasear por el mar del archipiélago. El gordito consigue el bote, y mientras nos esperan, los tres zánganos se dedican a sacarles fotos con una cámara digital a unas pibas que están en una pileta.
delante, en medio de nosotros dos, para que cebe mate. Salimos con el bote, no se si a remo o a motor. El sol deslumbra, hace calor, el mar es una sábana. Las islas Los retamos, nos reímos de ellos cuando llegamos. C pone a los dos flacos atrás y al gorditoestán salpicadas por todo el mar, enormes masas marrón-verdosas.
En eso, cerca del bote, vemos pasar un jarrón blanco que flota. En el interior las flores, dalias, margaritas, crisantemos. Coloridas pero sencillas, como son esas flores. Son un mensaje. En la isla mas cercana, como un paisaje bucólico, una mesa, sillas blancas de metal repujado, el mantel ondea al ritmo de la brisa. Un servicio de té sobre el mantel. Me tiro al agua y trato de nadar hasta el jarrón, pero C me detiene antes de que las agarre. Me grita que mire. Y veo. A lo lejos, en un yate que viene a todo motor, la mujer a la que estaba destinado el mensaje. Rubia y alta, en bikini sobre la cubierta, el pelo ondulado le hace de capa ondulada al viento.
Y C que me señala hacia el otro punto del horizonte. Entre las islas, veloz y negro como un abejorro, el helicóptero se acerca, amaga con detenerse pero no. Atrás, las avionetas, de blanco impecable, veloces, precisas, cazan al helicóptero. Lo persiguen hasta la ciudad que dejamos atrás y ahí, entre los rascacielos, lo balean, lo destrozan. La tripulación logra escapar, menos el piloto, que envuelto en llamas, caer en la caparazón negra.
Volvemos a nuestro hogar. Allí nos enteramos que el piloto, aquel que organizaba una tarde romántica en su propia isla con la mujer que amaba, muerto en plena ciudad, era amigo de C. Dejó un niño en nuestra isla, y nos apresuramos a adoptarlo como propio. Menos de un metro de piel tostada por el sol, ojos azul-increible y una mata de pelo lacio y castaño, lavado por la sal del mar. Inunda la casa con su alegría y sus demandas. El departamento moderno, en la ciudad moderna, no es para estos niños criados a golpes de sol y de arena.
Pide por su padre, serio. Y serios, le decimos que murió. LA mentecita infantil que rechaza la muerte, la ausencia, sale corriendo al pasillo, se pierde en las escaleras (ahí, en ese momento, pequeño y tembloroso como un cachorrito de gato, otro cachorrito, el de hombre). Antes de correr, sus ojos azul-increíble se inundan de golpe, el puchero trastoca el rostro y uno no sabe si morir de ternura o de dolor.
Hay que buscarlo, capturarlo, abrazarlo. Secarle el rostro furioso, caliente. Hay que acunarlo y despegar del suelo los piecitos fríos. Le explicamos, con C, que la muerte es solo otro lugar. Un lugar que está "mas allá", de donde no se puede volver. Que es como perderse y no encontrar el camino de vuelta. Y sin embargo, quienes están en la muerte, pueden aun mirar y cuidar a los que quieren. No pueden llegar y abrazar y volver, no. Pero cuidan a los que quieren.
Y los ojos azules se velan, se cierran los párpados, y deja de hervir la piel tostada para volver a ser un niño cálido, plácido, dormido oliendo a sal soñando con mar.
Vamos a quedarnos con el niño. Vamos a mandar a buscar a su hermanita, mas pequeña, que quedó sola en la casa enorme. La nana la mete en el avión, y ya llega, toda de rubios rulos.
Suena el despertador.
Decidimos salir todos en bote a pasear por el mar del archipiélago. El gordito consigue el bote, y mientras nos esperan, los tres zánganos se dedican a sacarles fotos con una cámara digital a unas pibas que están en una pileta.
delante, en medio de nosotros dos, para que cebe mate. Salimos con el bote, no se si a remo o a motor. El sol deslumbra, hace calor, el mar es una sábana. Las islas Los retamos, nos reímos de ellos cuando llegamos. C pone a los dos flacos atrás y al gorditoestán salpicadas por todo el mar, enormes masas marrón-verdosas.
En eso, cerca del bote, vemos pasar un jarrón blanco que flota. En el interior las flores, dalias, margaritas, crisantemos. Coloridas pero sencillas, como son esas flores. Son un mensaje. En la isla mas cercana, como un paisaje bucólico, una mesa, sillas blancas de metal repujado, el mantel ondea al ritmo de la brisa. Un servicio de té sobre el mantel. Me tiro al agua y trato de nadar hasta el jarrón, pero C me detiene antes de que las agarre. Me grita que mire. Y veo. A lo lejos, en un yate que viene a todo motor, la mujer a la que estaba destinado el mensaje. Rubia y alta, en bikini sobre la cubierta, el pelo ondulado le hace de capa ondulada al viento.
Y C que me señala hacia el otro punto del horizonte. Entre las islas, veloz y negro como un abejorro, el helicóptero se acerca, amaga con detenerse pero no. Atrás, las avionetas, de blanco impecable, veloces, precisas, cazan al helicóptero. Lo persiguen hasta la ciudad que dejamos atrás y ahí, entre los rascacielos, lo balean, lo destrozan. La tripulación logra escapar, menos el piloto, que envuelto en llamas, caer en la caparazón negra.
Volvemos a nuestro hogar. Allí nos enteramos que el piloto, aquel que organizaba una tarde romántica en su propia isla con la mujer que amaba, muerto en plena ciudad, era amigo de C. Dejó un niño en nuestra isla, y nos apresuramos a adoptarlo como propio. Menos de un metro de piel tostada por el sol, ojos azul-increible y una mata de pelo lacio y castaño, lavado por la sal del mar. Inunda la casa con su alegría y sus demandas. El departamento moderno, en la ciudad moderna, no es para estos niños criados a golpes de sol y de arena.
Pide por su padre, serio. Y serios, le decimos que murió. LA mentecita infantil que rechaza la muerte, la ausencia, sale corriendo al pasillo, se pierde en las escaleras (ahí, en ese momento, pequeño y tembloroso como un cachorrito de gato, otro cachorrito, el de hombre). Antes de correr, sus ojos azul-increíble se inundan de golpe, el puchero trastoca el rostro y uno no sabe si morir de ternura o de dolor.
Hay que buscarlo, capturarlo, abrazarlo. Secarle el rostro furioso, caliente. Hay que acunarlo y despegar del suelo los piecitos fríos. Le explicamos, con C, que la muerte es solo otro lugar. Un lugar que está "mas allá", de donde no se puede volver. Que es como perderse y no encontrar el camino de vuelta. Y sin embargo, quienes están en la muerte, pueden aun mirar y cuidar a los que quieren. No pueden llegar y abrazar y volver, no. Pero cuidan a los que quieren.
Y los ojos azules se velan, se cierran los párpados, y deja de hervir la piel tostada para volver a ser un niño cálido, plácido, dormido oliendo a sal soñando con mar.
Vamos a quedarnos con el niño. Vamos a mandar a buscar a su hermanita, mas pequeña, que quedó sola en la casa enorme. La nana la mete en el avión, y ya llega, toda de rubios rulos.
Suena el despertador.
jueves, 8 de abril de 2010
¿Y donde está la rana?
Odio volver... dice:
*¡¡¡ C encontró la rana !!!!!
victoria dice:
*si...
*se la debe haber llevada pegada en la campera.
*INCREIBLE!
Odio volver... dice:
*jajaja
*para mi se enredó en el saquito blanco que tiene
*lo sacó de la mochila, quedó la rana por ahí y lo volvió a guardar hasta que la vieja la encontró jajaja
victoria dice:
*Si.
*es una posibilidad.
*Aunque también esta la posibilidad siniestra:
Odio volver... dice:
*¿¡y cuál sería??
victoria dice:
*que CLC haya robado tu remera, la haya guardado en sus pantalones, y al quedarte vos dormida al lado de él, cuando se bajo los pantalones para masturbarse sobre tu rostro, se le haya caído en lo de C.
Odio volver... dice:
*jajajajajajajajjajajajja
*¡¡¡¡ o la rana cobró vida propia y se quiso ir a fumar a lo de C y quedó muerta como CLC !!!
victoria dice:
*Después esta la teoría de que vos la llevabas puesta, y te la quitaste durante esa noche fatídica, cediendo quien sabe a cuales bajos instintos, y después la droga, famosa por ralentizar el proceso de fijación de la memoria, hizo que la olvidaras en lo de C.
Odio volver... dice:
*jajajajajajajajajaja
*bueno, si fue así mejor, porque como no recuerdo nada no siento culpa
victoria dice:
*Aunque hay una versión paranoica de los hechos.
Odio volver... dice:
*¿¿cómo sería??
victoria dice:
*Resulta que ALGUIEN llevo al remera a lo de C, con la intención de generar sospechas de una relación clandestina entre él y vos, con lo cual, yo me peleo con C, vos te peleas conmigo, C se pelea con vos y CLC...
*no tiene donde quedarse a dormir!
Odio volver... dice:
*jajajajajajajja
victoria dice:
*La principal sospechosa de el hecho es la ex de CLC, porque quiere que vuelva a dormir con ella
Odio volver... dice:
*jajajajaajajajajajajajajajaja
victoria dice:
*En fin... es un misterio.
*Y si me permitís, voy a copiar esta conversación, editarla y mandarla al blog.
*¡¡¡ C encontró la rana !!!!!
victoria dice:
*si...
*se la debe haber llevada pegada en la campera.
*INCREIBLE!
Odio volver... dice:
*jajaja
*para mi se enredó en el saquito blanco que tiene
*lo sacó de la mochila, quedó la rana por ahí y lo volvió a guardar hasta que la vieja la encontró jajaja
victoria dice:
*Si.
*es una posibilidad.
*Aunque también esta la posibilidad siniestra:
Odio volver... dice:
*¿¡y cuál sería??
victoria dice:
*que CLC haya robado tu remera, la haya guardado en sus pantalones, y al quedarte vos dormida al lado de él, cuando se bajo los pantalones para masturbarse sobre tu rostro, se le haya caído en lo de C.
Odio volver... dice:
*jajajajajajajajjajajajja
*¡¡¡¡ o la rana cobró vida propia y se quiso ir a fumar a lo de C y quedó muerta como CLC !!!
victoria dice:
*Después esta la teoría de que vos la llevabas puesta, y te la quitaste durante esa noche fatídica, cediendo quien sabe a cuales bajos instintos, y después la droga, famosa por ralentizar el proceso de fijación de la memoria, hizo que la olvidaras en lo de C.
Odio volver... dice:
*jajajajajajajajajaja
*bueno, si fue así mejor, porque como no recuerdo nada no siento culpa
victoria dice:
*Aunque hay una versión paranoica de los hechos.
Odio volver... dice:
*¿¿cómo sería??
victoria dice:
*Resulta que ALGUIEN llevo al remera a lo de C, con la intención de generar sospechas de una relación clandestina entre él y vos, con lo cual, yo me peleo con C, vos te peleas conmigo, C se pelea con vos y CLC...
*no tiene donde quedarse a dormir!
Odio volver... dice:
*jajajajajajajja
victoria dice:
*La principal sospechosa de el hecho es la ex de CLC, porque quiere que vuelva a dormir con ella
Odio volver... dice:
*jajajajaajajajajajajajajajaja
victoria dice:
*En fin... es un misterio.
*Y si me permitís, voy a copiar esta conversación, editarla y mandarla al blog.
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